lunes, 13 de enero de 2025

LA POBLACIÓN DE GILET Y LAS HUELLAS DEL PASADO

                                                               Ermita de Sant Miquel (Gilet)

“No descendemos sino que nos alzamos desde nuestro pasado”, dejó escrito en su libro El peso de las naranjas, la escritora canadiense Anne Michaels, y en su extraordinaria novela Piezas en fuga –que recientemente ha sido llevada al cine por su compatriota Jeremy Podeswa- recordaba que “según la tradición hebrea, hay que referirse a los antepasados como “nosotros”, no como “ellos””. Desde esta estela de pensamiento quisiera aportar hoy una serie de datos y recuerdos que nos muestran los trazos del pasado, de la presencia y la cultura humanas en estas tierras.

 

PATRIMONIO RUPESTRE

La primera noticia que poseemos de presencia humana pertenece al periodo Eneolítico –alrededor de 2000 años a. de C.-, y nos enfrenta ante la existencia de un culto ancestral, de un lugar de prácticas sagradas. Nos referimos a la figura esquemática que podría representar a un ídolo oculado, y que hoy es una pieza extraordinaria del patrimonio rupestre de nuestra comarca. Son unos trazos de color rojo situados en la bóveda de una pequeña concavidad del denominado “Peñón de Santo Espíritu”, descubiertas a comienzos de los años setenta por los jóvenes estudiantes José V. Lerma y Matías Calvo –estudiadas por José Aparicio-, cerca de otro lugar sacro hoy en día: el Monasterio franciscano que Eiximenis promoviera a finales del siglo XIV.

 

PATRIMONIO IBERO-ROMANO

También en el Valle de Toliu, muy cerca del Peñón, se encuentra la siguiente huella de presencia humana de la que tenemos noticia. Se trata de un poblado ibérico romanizado, situado en un cerrito cercano a donde se encuentra hoy el cementerio de los frailes de Sant Esperit, donde fueron halladas diversas piezas arqueológicas (fragmentos de cerámica ibérica y campaniense, trozos de sigillata, tégulas y fragmentos de ánforas romanas), datadas por Gil-Mascarell y Carmen Aranegui, entre los siglos III y II a. de C.

De unos siglos posteriores poseemos constancia de dos piezas sepulcrales, en las que se hallan inscripciones latinas, estudiadas por el epigrafista Josep Corell. La primera de ellas –referida a los Acilii-, datable entre los siglos II y III a. de C., fue hallada “en la frontera de una casa de la calle llamada de Murviedro”, según el padre Pedro Sucías, y que, por testimonio de  Sarthou Martínez, en los años 20 aún se encontraba “en el patio de la casa-abadía”, y que hoy, por desgracia, se halla desaparecida. La segunda –referida a la familia de los Baebii y los Valerii-, datable entre finales del siglo I o principios del II a. de C., fue encontrada en 1916, según relata Sanchis Sivera,  cuando un labrador se encontraba excavando para plantar un algarrobo, cerca del “Ventorrillo”, en las inmediaciones del pueblo. Hoy, afortunadamente, podemos contemplar dicha inscripción ya que se custodia en el Museo de Bellas Artes de Valencia.

 

EDAD MEDIA

Si los testimonios, los vestigios más antiguos de Gilet se nos han transmitido a través de soportes materiales –piedra (rodeno, calcárea),cerámica, metal- que han logrado sortear la penuria del implacable paso del tiempo, la gran mayoría de huellas posteriores nos vendrán dadas bajo ese soporte en apariencia endeble,  pero que nuestros antepasados han sabido y hemos sabido conservar y custodiar, como es el pergamino y el papel en centros archivísticos y bibliotecarios –públicos y privados-, bajo la forma de “cultura escrita”.

El primer vestigio escrito data de siglo XIII, y en él se constata el topónimo de Gilet y aparece por primera vez la alusión a su emblemática torre. Se trata de la escritura de la Cancillería Real del rey Jaime I, donde se inscribe la donación el 30 de abril de 1249 de “jovada i mitja” de tierra y una torre en Gilet al caballero Joan de Saragossá.

A continuación enumeraremos algunas referencias escriturarias –sin ser exhaustivos- en las que Gilet aparece referida:

-1275, Real Justicia (Archivo del Reino de Valencia): copia de documento de venta del lugar de Gilet efectuada por Guillem Pons a Bonanat de Pomer.

-1366, Pergamino (ARV): compra del lugar de Gilet por Jaume Sanç d´Eixea.

-1379, Real Justicia (ARV): concesión de privilegios  referentes al tercio delmo i al morabatín a Pere Guillem Català.

-1406, Pergaminos (ARV): concesión de Morvedre al Monaterio de San Espíritu de un bovalar en el valle de Toliu.

-1471, Pergamino (ARV): carta de jurisdicción civil y criminal de Gilet, firmada por el rey Juan II (Iborra Lerma ofrece una transcripción del documento).

Este último documento es excepcionalmente importante ya que corresponde al comienzo del señorío de Gilet por el primer Barón, Don Manuel Llançol de Romaní. También del siglo XV poseemos varia documentación referente al Rey Martin el Humano y  su esposa María de Luna, respecto a la donación de tierras y la fundación del Monasterio de Santo Espíritu del Monte.

 

ÉPOCA MODERNA

De los siglos XVI, XVII y XVIII, poseemos una gran variedad de documentos en los que vemos aparecer a Gilet unido a los grandes acontecimientos históricos de nuestra comunidad, como son el movimiento de las Germanías –en El Dietari del capellà d´Alfons V-, los ataques corsarios –libros de Escolano y Vicente Martínez Colomer-, la expulsión de los moriscos y la repoblación de las tierras por nuevos colonos (Iborra Lerma recoge la carta de repoblación del Protocolo de Joaquín Marti, pero en el Archivo del Patriarca, en los Protocolos de Joan Bautista Garcés y de Miguel Garcés, aparecen otras cartas de repoblación). También vemos alusiones a Gilet referentes al tema de los litigios sobre el uso y aprovechamiento de las aguas de la Acequia Mayor (Chabret recoge algunas transcripciones de documentos del Libro de Consejos de Morvedre, hoy desaparecido), o bien sobre el arrendamiento de los bienes señoriales, en un documento de 1783 que se encuentra en la sección Escribanías del Archivo del Reino de Valencia y del que Iborra Lerma nos ofreció una trancripción.

Sin embargo uno de los documentos más significativos de esta época y del que apenas sabemos más que su referencia, ya que la lengua en la que está escrito –árabe- nos impide su conocimiento y su sentido, es un extenso poema debido a la mano de un morisco de Gilet. El poema se encuentra en la Biblioteca Universitaria de Valencia, dentro del legado de Vicente Hernández y Máñez. Es un manuscrito anónimo que utiliza escritura magrebí en tinta negra, de 175 hojas (caja de escritura: 113 x 310 mm.), encuadernadas en pergamino (114 x 310 mm.). En su incipit se lee: “wa-ntatti adabni wa ilah yarik” (folio1 vº), y en su explicit: “alâ wa lis hitûyûr” (folio 175 vº).

 

ÉPOCA CONTEMPORÁNEA

Como sabemos, el XIX comienza con un gran enfrentamiento armado, la Guerra de la Independencia, al mismo tiempo que con el comienzo del constitucionalismo moderno hispánico: las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812. El cronista saguntino del XIX, Antonio Chabret recogía en su libro, Sagunto, una noticia de la Gaceta de Valencia, de  Diciembre de 1813, en la que se mencionaba el acantonamiento de tropas italianas en Gilet para la toma del Castillo de Sagunto y el establecimiento de la línea de guerra del general Blake para rechazar a las tropas borbónicas. Otro enfrentamiento bélico de este ajetreado siglo XIX, las guerras carlistas, tendrían su impronta en Gilet con las andanadas de Cabrera y Cucala, que el Padre Pedro Sucías logró relatar en su manuscrito Notas útiles…, y del que Santiago Bru nos ofreció una transcripción y publicación de algunos fragmentos en 1995.

Como no queremos ser exhaustivos, sino simplemente ofrecer tan sólo  un panorama general de la huella del pasado de Gilet, cerramos aquí esta primera aproximación a los documentos y el patrimonio referidos a nuestra población y terminaremos ofreciendo la publicación de un curioso artículo que apareció en el año 1930, en la prestigiosa revista Cultura Valenciana.


LA POBLACIÓN DE GILET Y LAS HUELLAS DEL PASADO

                                                               Ermita de Sant Miquel (Gilet) “No descendemos sino que nos alzamos desde nu...