El 10 de
diciembre de 1993, Francisco Brines visitaba Sagunto, convidado por la
Fundación de Cultura para asistir a uno de los Divendres de Poesia que
organizaba el Ayuntamiento bajo la dirección del poeta y profesor Francisco
Salinas. Me cupo el honor de presentarlo con una breve introducción a su
persona y su poesía. De aquel acto, rescato unas palabras y unas fotos que el
tiempo va borrando:
"La
ética nace en Brines de la rebeldía, librando un obstinado combate contra la pureza. Precisamente, esta crítica de lo puro, de raigambre ética, tiene una
de sus mejores explicitaciones en el poema incluido en Materia narrativa
inexacta, en el largo poema “El Santo Inocente”, en cuya última estrofa leemos:
El hombre es
esto:
alguien que,
sin amor a un niño,
lo eleva a
los altares
para crear la
fe;
y luego,
arrodillado, gime.
El hombre es
esta carne marchita y negra,
una débil
razón
y un
sentimiento frágil.
Si existe
Dios asumirá el fracaso."
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